junio 11, 2016

Postal para despertar: a todos.

Día 5: Escribe el último sueño que recuerdes
Día 6: Escribe tu pesadilla recurrente
(Si, sé que estoy haciendo trampa. Deal with it.)

Esta es la corta historia de cómo mi cerebro a veces quiere funcionar como despertador.


Abro los ojos. Sonrío. Si estoy acostada me siento (si estoy sentada me paro) y estiro los brazos. Vuelvo y sonrío. Camino hacia una puerta, sabiendo qué hay detrás. La abro. Caigo al abismo. 

junio 08, 2016

Postal para que se obsesionen: a todos

Día 4: Expón una de tus obsesiones

Una de tantas pequeñas obsesiones, y quizá mi favorita, es la forma en que cada serie de televisión, jugador de béisbol, actor de cine o edificio en la Zona Colonial es algo más que lo que se está viendo en ese momento. La forma en que todos somos un conjunto de “sabías que”. La forma en que las trivialidades nos moldean.

¿Sabías que solo hay dos episodios que no inician con la palabra “The” en Seinfeld? ¿Que los Los Angeles Dodgers estaban en Brooklyn hasta el ‘57? ¿O que David Chase tenía como regla en The Sopranos que durante las sesiones con la Dra Melfi no podían hacer movimientos de cámara? Bueno, yo si.


Ahora en retrospectiva, creo que si le hubiese puesto tanta atención a las hipotenusas y catetos del mundo como se la pongo a los detalles “que no le importan a nadie” de las cosas que me gustan, Pitágoras fuera una chambra al lado de este cuerpo tropical y caribeño.


junio 07, 2016

Postal para prestar atención: a migo misma

Día 3: Desde donde estás sentado, escribe 10 cosas a las que no les habías prestado atención















Hay estrellas en el techo, de esas lumínicas que me iluminaban las noches.
En el closet hay un sticker de Boston, que pronto se va. Restos que me acuerdan que esta habitación era de mis hermanitos antes de ser mía.
El gavetero, herencia de mi abuela, tiene un rayoncito en la parte inferior derecha… ¿quién lo habrá hecho?
Hay una luz de viaje que compré para una travesía que nunca inició, que sigue en su caja.
Estamos en Junio, lo que significa que la temporada de mangos terminó. Entonces, ¿por qué sigo escuchando el sonido de los mangos caer atrás de mi ventana?
Lo viejo que es el santa (si, santa, nunca lo he quitado) que está en mi pared: lo dibuje para una actividad hace más de 8 años y desde entonces está ahí.
Necesito un DVD player… ¿quién fue que dijo que la computadora nueva no necesitaba un lector de CD?
Mi mochila está llena de arena, aunque de eso no tengo ninguna queja.
Me quedan más birras de las que pensaba del #BABTour que hice en Marzo, hay que hacer algo para solucionar eso.

Tengo regalos de cumpleaños sin abrir arriba del librero, y ahora me doy cuenta qué tiene la culpa de que no lo haya hecho: la nostalgia. 

junio 04, 2016

Postal para que dejen de preguntar: a todos.

Día 2: Escribe un fragmento de tu autobiografía (y miente en algunas cosas)

Recuerdo (casi) perfectamente el día en que decidieron qué me llamaría Arantxa.

A una semana 23 de abril del 1992, este cuerpo tropical todavía se llamaba “la beba” debido a la falta de coordinación de Don Edwin y Doña Lourdes. O (para ser más sinceros) debido a que Don Edwin, hombre macho dominicano masculino de los más antiguos, había asumido que su primogénito sería un varón llamado Edwin José Soto Estrella al igual que el.

Llega el 23 de abril y, ¡oh sorpresa!: no es niño.
Así que, adelantamos toda una semana de nombres que le gustan a Doña Lourdes pero no a Don Edwin y viceversa de igual forma pero en sentido contrario, y Don Edwin se sienta en su sofá y abre un periódico.

— Arantxa Massiel Soto Estrella, ay Edwin, ¿qué te parece ese nombre para La Beba?  Dice doña Lourdes mientras me tiene cargada acostada en su cama.
— Arantxa Massiel Soto Estrella…  respondió Don Edwin mientras volteaba el periódico para darse cuenta que ella había tomado el nombre de la primera plana, donde hablaban sobre alguna de las tantas hazañas de la tenista española Arantxa Sánchez   hmmm… si, Arantxa Massiel Soto Estrella.
— Arantxa Massiel, si, ese es el nombre. Arantxa Massiel Soto Estrella.  Dice Doña Lourdes, mientras me levanta y sonríe.

Don Edwin termina de leer en el periódico cómo los Yankees perdieron 1-5 contra los Rangers el día anterior, y salió a registrar mi nombre.

junio 03, 2016

Postal para que escribas: a migo misma.


Día 1: Escribe acerca de por qué escribes 

Escribo porque un día después de leer un cuento no me gustó el final y quise cambiarlo.
Escribo porque me gustan las listas.
Escribo porque ayuda a alumbrar mis rincones oscuros.
Escribo porque me gusta comprar libretas.
Escribo porque te re lees y te das cuenta de lo mucho que has cambiado (y de qué cosas no cambian)
Escribo porque se queda, porque me regala sonrisas, porque me saca lagrimas y porque sí.

Escribo porque es la forma más aceptada de decir mentiras.
Escribo porque no siempre se puede dejar el corazón apretado en un puño.