marzo 20, 2014

Postal para mentir: sabradiosaquién

Publicado originalmente en www.la303.net 

"¿Te digo la verdad? A mi me encanta decir mentiras", me dijo mirando al vacío, sonriendo con picardía,como el que está a punto de hacer una travesura. "No lo hago por joder, ni para hacerle daño a nadie… Pero es que decir una o dos o tres o cuatro mentiras te ayudan a darle un giro a todo, con dos o tres mentiras y un poco de creatividad puedes jugar a ser dios. Decir una mentira y salirte con la tuya es casi orgásmico, hay tanta belleza en una mentira bien hecha, en hacer de la vida un cuento donde tienes el control de qué pasa y cómo pasa, donde mueves los personajes a tu gusto. Una mentira es puro erotismo, tienes preparación, foreplay, buscar la posición y el momento correcto para poder llegar al clímax, a ese momentito en el que te das cuenta que te has salido con la tuya. Saber que nadie puede refutar, que todos se creyeron el cuento. Porque hasta para canallear bien hay que ser inteligente. Claro." Dice muy serio. "No puedes andar de idiota diciendo mentiras que te puedan descubrir fácilmente. Lo que hay que hacer es saber jugar con los detalles, desarrollar historias, tener respuestas. Como dicen los gringos it's all about timing, no se si me entiendes." 

Está nervioso. No, no nervioso. Excitado. Mira a los lados, mueve los pies y enciende un cigarrillo. "Las mentiras son mis amigas, mis amantes, son mi pequeño momento de estallido en medio de la rutina." Lo miro con ternura mientras fuma, pero no digo nada. Yo opino igual, siempre he pensado que la verdad es una virtud sobrevalorada, pero me asombra su excitación, la forma en que poco a poco sus ojos están llenos de alegría, de picardía, de travesuras. Sigo mirándolo mientras habla.


"Las historias se hacen carne, la gente es historia. Y las historias, ciertas o no, se hacen parte de la gente, de su historia. Dices algo dos, tres, cuatro veces y ya se hace cierto, hasta puedes ver cuadro por cuadro cómocuándoyqué paso, como si sí hubiese pasado, porque lo hizo. En tu mentira, tu mentira se hace verdad en ti y en quien la recibe, y al final, qué más da si es la verdad o no si eso te llena de adrenalina." Ahí se voltea y me mira a los ojos, mientras me pasa la mano por el pelo. "De qué me sirve la verdad si con una mentira la sangre me corre más rápido por las venas, si son el perfecto acompañante de mis ganas. Para qué me sirven las buenas costumbres si reajustando una historia consigo la sonrisa de la ecuatoriana que se sentó a mi lado en el metro, un buen polvo con mi profesora de Español II y un aumento en mi primer empleo."


"Hay veces que pensando en el nuevo giro de una historia no puedo ni dormir. Las mentiras son mis amantes, las que me acompañan en mi vacío, las que comprenden mis obsesiones. Hay pocas cosas que me exciten más que un par de tetas, unas piernas abiertas y una nueva mentirita. Definitivamente, me excita decir mentiras." Paró un momento y sonrió, imagino que pensando en la combinación de las tres. "Pero hoy, la posibilidad de habitar tus tetas, de morderte cuando sonríes y dibujar en tu espalda me están volviendo loco. Por eso quise compartir mi hobbie contigo. Hola, soy dios, cuentista, guionista y mentiroso, todo por vocación. Y hoy tengo ganas de crear una mentira contigo. Hoy tengo ganas de pretender, por esta noche, que no existe el mundo más allá de tu cama. ¿me acompañas?"