"En mi casa no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte.
Con el alba tendrás que marcharte para no volver
Olvidando que me has conocido, que una vez estuviste en mi cama.
Hay caprichos de amor que una dama no debe tener."
- Joaquin Sabina
¿Y para qué me quiero quedar yo con "los lindos recuerdos que vivimos" si es más divertido quedarme con tus dedos dibujando en mi espalda, con tus manos agarrando mi cintura y pegandome a ti?
Prefiero quedarme con tu sonrisa que muerde, con tu respiración entrecortada y tus ojos desorientados antes que quedarme con tu colección de clichés deambulando por mi cabeza preguntándose qué buscan ahí.
O quizás tome custodia de tus pies bajo de la mesa, de tus manos entre mis piernas, de un beso y dos o tres orgasmos. ¿Pero los recuerdos? No, eso quedatelo.
¿De qué me sirve que se quede tu recuerdo en mi corazón cuando lo que quiero es que se queden tus manos en mis nalgas?
